Pelirroja de ojos color miel

Una descripción vaga, pero potente, de la que es mi aventura más larga de la historia, y mi forma de llamarla a ella en mis pensamientos aquellos primeros días de invierno.

No es casualidad que me encante el frío, nací en invierno y la ropa de abrigo me sienta genial. Pero además debo sumar el conocerla a ella, aquella madrugada del 25 de enero, la que ha cambiado mi vida por completo, hasta el punto de hacer cosas que pensaba que no haría (o no podría) y he hecho.

Sonrisa pícara a veces, otras tierna y algunas veces dulce. Así es P, (que dejo a la imaginación como la llaméis), loca unas veces y otras cuerda. Intrépida y tímida a partes iguales. Preciosa, sexy, dulce, tierna y todo lo que esta mujer puede tener en su neceser de encantos para volarme la cabeza.

Inteligencia, eso es lo que más me gusta, lo boquiabierto que me deja (aunque yo lo disimulo muy bien) unas veces, y lo perdido que me deja otras (y en esos momentos hago un show para intentar que no se de cuenta de que no la sigo desde hace muchas palabras ya).

Pasión, unas veces es un volcán dormido que sufro para que entre en erupción, otras me siento como las calles de Pompeya bajo la caliente lava del Vesubio y pido que nunca acabe...

Compromiso, el de aguantar a este perro loco, que tiene días memorables y muchos otros... dejemoslo en poco memorables.

Y aquí estoy yo, como un equilibrista,  en el día + 4 intentando evitar que mi torpeza me haga caer al vacío sin red, sin pértiga y sobre todo sin su pelo rojo.

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