El tercer y último acto, empieza pegando patadas... a un balón. Nunca he sido un seguidor de este deporte apodado nacional, creo que en mi vida solo he visto un solo partido al completo, creo que fue uno de esos mundiales que nos robaron los nuevos manufactureros.
La verdad, es que siempre mi miran raro por estas cosas en muchos sitios. Pero si a algo no he sido ajeno, ha sido a la mala o mejor dicho penosa imagen que han dado los supuestos dos mejores equipos de fútbol de nuestro REINO.
Que el entrenador de un gran equipo haga estas cosas, demuestra que hay algo que no funciona bien aquí. Y que la afición, grite todas esas consignas, demuestra la mala influencia que está implantando cada día a pasos de elefante, una pasión desmedida por este deporte.
Al parecer, no es un hecho aislado, sino que en el mismo partido, un poco más tarde. También ocurrió algo que no debería ocurrir nunca en un campo de fútbol, y menos en equipos que gastan millones de euros en campañas publicitarias e imagen.
Luego hay partidarios y detractores. Pero creo, y no me equivoco, que no queremos ver estas cosas ni en un campo de juego, ni siquiera que luego se propaguen en televisión cual peste de Egipto, para que tanto mayores y PEQUEÑOS las vean.
Ahi un problema en España, y es que el futbol y la televisión han absorbido el cerebro a mas de la mitad de la sociedad.
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