Por que la camisa solo lleva dos dobles...

...o dos y medio si es de puño francés. O por que la chaqueta no debe ser el porqué del mal gusto; ni el más mínimo detalle debe fallar en el momento que va a ser inmortalizado.
Contradiciendo lo que algunos puedan decir o pensar, hoy quiero hablar de la sofisticación, mal llamada por algunos elegancia.

Para empezar definamos cada una de las palabras. Según la RAE:

Elegancia: (Del latín elegantìa)
1. Cualidad de elegante.
2. Forma bella de expresar los sentimientos.

Y ya que sofisticación tiene una definición un poco pobre.

Sofisticado:
1. Afectadamente refinado.
2. Dicho de un sistema complejo o avanzado.

Con ambas definiciones, podemos deducir que:

La elegancia es más la forma de hacer las cosas del día a día, el saber estar, e incluso la expresión corporal, la educación y las buenas maneras. Y que depende más de los valores de la persona que, para disgusto de muchos, combinar un buen traje y unos buenos zapatos.

La sofisticación por tanto tomaría el papel del detalle, del buen gusto, del arte de combinar y elegir el atuendo(extrapolable a más temas)para cada ocasión.
Para una persona sofisticada, desde los pies hasta el pelo, no habra rincón que detalle un mal uso, un mal cuidado o una pesima distinción.

Por ello, la sofisticación, no lleva de la mano a la elegancia, ni la elegancia lleva de la mano a la sofisticación.

¿Tener ambas es posible? Si, pero no se compra, ni se gana en un día, ni tampoco se aprende en una semana, hace falta mucho tiempo para poder tener ambas, y que ambas sepan fusionarse para dar el conjunto armonizado.

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